Apoteósico fin de fiestas de la Purísima

Las fiestas de la Corte de María en honor a la Purísima 2019 bajan el telón después de quince días llenos de actos que han demostrado la fortaleza del Raval, la unión de toda la Comunidad y la tremenda devoción en torno a la Virgen.

Han sido días de ilusión, alegría, entusiasmo y fervor. Todo ello perfectamente organizado por la Mayoralía 2019-2020 y capitaneados por sus Clavarios, Germán y Patri. Su esfuerzo ha tenido recompensa porque no ha habido una sola noche en la que el Patio no se haya mostrado en toda su plenitud. La gente ha acudido con ganas de fiesta. Con ganas de compartir bailes, cenas, flores, rezos, risas, llantos de emoción… Momentos que se agolpan en el baúl de los recuerdos de cada uno de nosotros. Momentos que pasan a formar parte de la historia de un colectivo cada vez más vivo y más unido, el de la Archicofradía de la Corte de María.

La noche de la espectacular presentación de la Clavaría y Mayoralía 19-20 fusionó la elegancia y la solemnidad de un acto sencillo y emotivo en el mejor marco posible, el teatro de la bicentenaria Banda Primitiva.

Espectacular cabalgata que recorrió las calles de nuestro barrio y tiñó de confeti azul y blanco su recorrido. El dato de que este año hayan coincidido en las carrozas cinco Clavarías distintas es un hecho que distingue la excepcionalidad de una comunidad cada vez más unida. Con síntomas de un crecimiento imparable, fruto de la huella que ha dejado en todos ellos el paso por las distintas Mayoralías.

Como espectacular y especial fue este año la noche de la Merenguina. En su veinticinco aniversario y en el estreno del nombramiento como Fiesta de Interés Turístico Local de la Comunitat Valenciana. Con un seguimiento mediático sin precedentes, una vez más, vivimos la batalla más dulce del mundo con más de 15000 merengues.

Las noches de disco móviles han acercado a la gente joven al Patio. Un musical de gran altura contentó a todas las edades en la noche del miércoles.

Y, por supuesto, el jueves, el Besamanos de la Virgen volvió a superar todas las expectativas. Un desfile de personas de más de dos horas en los que se agolpan los sentimientos. Un cara a cara de todos los fieles que suben a ponerse de frente a la Purísima y sentirla más cerca que nunca.

La gran noche de las paellas puso sabor y color con 150 paellas que juntaron a 2000 personas en torno a una gran noche de armonía y hermandad entre todas las generaciones que reúne y aúna la Corte de María.

Multitudinaria ofrenda de flores a la Virgen que recorrió gran parte de nuestra maravillosa ciudad. Y la solemne procesión que, a pesar de las inclemencias meteorológicas, recorrió con inusitado fervor todas las arterias de nuestro barrio. Destacando, cómo no, la compañía de los Angelets que arrastran con su inocencia el paso majestuoso de la Purísima. Y, por supuesto, los Frarets acompañando a nuestro anfitrión, el Padre San Francisco.

La semana de las fiestas tuvo un final apoteósico. La Mayoralía 19-20 quiso dar protagonismo en su programa a un hecho histórico y sin precedentes, el bicentenario de la Banda Primitiva, la banda civil más antigua de España. Por ello, hizo coincidir la misa de difuntos previa a la subida de la Virgen con un acto emotivo y que resultó multitudinario.

Dos sociedades unidas desde sus inicios, el Clarín y la Purísima, fortaleciendo sus lazos y el arraigo que une a sus seguidores.

La Virgen visitó la sociedad de la Banda Primitiva y frente a la fachada principal se celebró la misa. En una celebración en la que fueron protagonistas las dos sociedades y, por supuesto, la música. Los acordes de la Orquesta de la Primitiva fueron la guinda a una tarde para el recuerdo.

Los presidentes de ambas sociedades, D. Ernesto Civera y D. José Luis Pérez, intercambiaron un detalle en memoria de un día inolvidable.

Las fiestas 2019 tocan a su fin. Pero la comunidad sigue su andadura en la vuelta a la normalidad, a la rutina. La Mayoralía se pone, desde ya, manos a la obra para preparar las fiestas del próximo año. Mientras tanto, la Archicofradía sigue su curso. Firme en su convencimiento de mantener sus tradiciones, de ser solidaria, de seguir en un crecimiento continuo. Apostando por sumar para Llíria desde la vinculación cristiana que nos guía.

Sin olvidar nunca, el motivo que nos une, la Virgen Madre Purísima.